miércoles, 26 de diciembre de 2007

En un bar

Entre los mares de un confin sin rumbo
Pedí tantas cosas vacías
Impropias y burdas
Despojé lo poco que me restaba de aliento
En un instante propicio para una guerra
Aquel enfrentamiento ofuscado
Por una luz grisácea e impura

Volví mi rostro a recibir lo que había anhelado
Instantes previos a cerrar los ojos
Y enturbados ambos quedaron
Con dos lágrimas paganas
Suspendidas por una ráfaga sombría
De un aroma putrefacto

Sustuve una gota silenciosa
En el naciente de aquel riachuelo
Para suspirar por última vez
Al compás de una balada asonante

Cuando me propuse a liberarla
Tras una batalla declarada
Entre las sobras regadas
De una mente y un cuerpo mundano
Sentí el restriego de ese capullo
Que había nacido en el fondo
De lo que me restaba del alma

Levanté la mirada
Y contemplé el crepúsculo de las sombras marcadas
Sobre sábanas de hierro
Allá colgadas en un frugal eriazo
Del que me alimenté para sentirme vivo

La imagen destellante
De una sombra tan lúgubre
Interceptó el momento preciso
Para pedir un deseo sin sentido
Como recurso apelante
De un juicio acaecido

Sentí el calor de mil llamas de fuego
Que virtieron deseos fugaces
Nuevamente sobre mis ojos

A pesar de todo ese infierno
Seguía de pie balbuceando
Tu nombre/Mi nombre
Para caer desplomado sobre el pavimento
Y tragar ese polvo-odio
Para decir por última vez
Que habrá un nuevo amanecer

No me despido de mis vergüenzas
Porque estaran siempre conmigo
Dejo abandonado sólo a mi inocencia
Y a la candidez que mostré un día

Vuelvo a casa a empacar mis ropas
Y emprenderé el viaje sin brújula
Del cual siempre desistí
A pesar de las prerrogativas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola!
que tal?
=) despojando deseos en un bar

en los lugares menos pensados en donde se piensa todo
donde se dice callado lo que viene a nuestras mentes hurañas =)

Anónimo dijo...

your blog:looks like Simple screen but he has brought people's rich imagination!
Blessing you